Marc R. Arumí, apicultor con años de experiencia, es muy consciente de que las abejas están en peligro y que cada vez hay menos. Hace 30 años una colmena daba unos 20 kilos de miel al año y hoy apenas da unos 15. Eso es debido a los insecticidas, al cambio climático, a nuevos parásitos, como la varroa y a depredadores, como la avispa asiática, que suponen una amenaza para su supervivencia. La población ha disminuido mucho y si no se protegen nos podemos quedar sin. “Las abejas -nos comenta Marc- juntamente con otros agentes polinizadores, son imprescindibles para el buen funcionamiento del ecosistema. Si estas especies se ven amenazadas todo el ecosistema se ve gravemente afectado. Se debe tener en cuenta que la labor de polinización que realizan las abejas está valorado en 3.000 millones de euros al año«.
Marc también es partidario de realizar tratamientos ecológicos utilizando productos como el timol. «La eficacia no es tan grande, pero las abejas se acostumbran a defenderse y con el paso de las generaciones se hacen resistentes al parásito«.
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